
Post-mortem
He querido cambiar tu nombre,
llamarlo entre mis dedos para reconocer su ausencia,
teñirlo de manera que no se aleje en la oscuridad
y pueda encontrarlo al sumergir los ojos en el río.
Buscamos renacer
pero creamos un bosque de raíces
trasmundanas;
dejamos crecer la hierba porque
perdimos a dónde huir.
Ocultemos las angustias entre los árboles,
quizá se separen las especies
por prudencia vegetal,
quizá se partan los puentes imaginarios
entre nuestros silencios,
quizá se desprendan los mundos
hasta que te resulte imposible clasificar
las flores que se desvían
en mis vórtices de obsidiana.
Qué infernales se han vuelto mis ojos,
sin aludir al placer del pecado,
cada lágrima deshace una vena
y se me mancha el camino de sangre.
Un bramido en susurro
tras la nuca de piel nocturna,
buscando que el desvelo perdure
para escuchar los lamentos que se atoraron
en las grietas del amanecer.
Qué pesadas se me vuelven las pestañas
por los deseos que acumulan,
si nada las sopla
cierran los párpados
hasta llorarse en espectros de viento
y crujir en la madera insomne
por eternidades.
Solanáceas
Sueño con un cuervo postrado
sobre arbustos
de petunias púrpuras,
con cuerpo latente,
ando de cerca
para tocar el imaginario.
Abro un poco la ventana
en noche de relámpagos
para escribir cual juventud;
apagué las ventanas para
ahogar los espejos
pero floté hasta oscilar el Mictlán.
Entre mariposas de fuego,
una viuda
escurriendo un escalofrío
lamenta el futuro,
va con ojos negros
para no olvidar dónde
dejó la cuna;
entre muertes
se detiene a leerme dormida
buscando ambigüedades
que prometen la quietud de los pájaros.
Tras cuatrocientas voces
creerme trágica
por destripar el pensamiento
de los árboles que surgen inframundos,
¿en qué madera mitológica
surcaremos las luces de aquel que cayó al mar desalado?
Precediendo el último llanto,
rompo los focos
para que no escape la noche
de los espejos.
Internos
I
En la partitura de los espacios
y puntos inexistentes
habrá que saborear nuestra sangre
que se corre
cuando cerramos los ojos.
Al encontrarnos en el cielo
con cenizas que danzan
para ser astros,
el carbón de la piel
se vuelve el pigmento del silencio
de aquellas que juraban ser unas,
pero lenguas mortales
las volvieron otras.
II
Salen vestidas de perlas traslúcidas
con canastas de nidos azules
y cascadas rotas que bajan
de sus pómulos.
Saltan en tirantes sueltos
para que se enreden al viento
y entre las voces escondidas
de las leyendas que perturbaron
su niñez.
Rezan en susurro para encontrar
las últimas gotas de rocío
en las pupilas del olvido aletargado,
para que se moldeen junto a la onírica
figura de una dama con corteza mística;
ella quien trasladó
en mantos de agua blanca
a las niñas que cazaban pájaros
y los guardaban bajo las sabanas,
porque si no morían de asfixia
cantarían los secretos del amanecer
a cambio de otra luna.
III
Tras la lluvia de néctar
se encuentran los cánticos
que dejan al fuego tornarse verde
sobre la piel fresca,
así elimina la belleza
de la garganta que se finge ingenua
en voz humilde de una enamorada
que no quería hijos
ni quería un hogar,
sino conocer a los antiguos dioses,
para quienes dejaba ofrendas
en el bosque.

Angeles Montañez. Licenciada en Letras Hispánicas. Participó en el XXIV Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes en 2016; en el Primer Encuentro Fronterizo: La border Meiks Mi Japi en 2017 de la Universidad Autónoma de Baja California; en la revista electrónica Suplemento Chirimbolo en 2018 y en la revista estudiantil Pirocromo. Participó también en el decimocuarto Foro de Estudiantes de Lingüística y Literatura de la Universidad de Sonora 2018 y en el III Congreso interuniversitario de estudios literarios y lingüísticos “violencia, género y lengua: ausencias y denuncias discursivas” en 2018 de la Universidad de Yucatán. De igual manera, fue seleccionada para participar en el Cuarto Coloquio Nacional Palafoxiano de estudiantes de lingüística y literatura hispánica y en el Congreso Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura en la Universidad de Guadalajara en 2019. Fue delegada de la Rednell sede Aguascalientes. En 2019 participó en el CIELL 4ta edición. Recientemente se presentó en el Congreso de Literatura Mexicana Contemporánea en la Universidad de El Paso, Texas, en 2020.